El ser -Online-

El otro día me enteré de algo terrible. Cerraron Fotolog. Puede que en este caso, la palabra “terrible” sea demasiado grande para dicho suceso pero no dejo de sentirme mal al respecto. Cuando empecé a incursionar en las redes sociales, allá por el 2004 o un poco antes, mi sitio de elección fue Fotolog. Primero en Terra para luego trasladarnos en masa a Fotolog.com y si bien tuve MySpace, nunca le di mucha importancia. El punto es que desde mis doce años hasta que me uní a Facebook en el 2008 (unos cuatro años para ser exactos), varias de las horas que pasaba en la computadora eran dedicadas a Fotolog. Tuve muchos, me cerraron algunos en el 2006 y fui muy triste porque deliberadamente borraron dos años de mi vida, mis palabras, mis pensamientos, mis interacciones con amigos y mis fotos. Volví a hacerme una cuenta y la tuve por un par de años más aunque menos activa porque había encontrado mi nuevo nicho: Livejournal. 

En el 2005 me metí en un foro de Potter en el que conocería a mi actual mejor amiga y en el que iniciaría mi “ser online”. Antes de eso iba por mi nombre real (Juliana, por si no lo saben) y mi público se limitaba a mis compañeros del colegio. 

En el foro tuve mi primer y único nick ; Lessie. 

La historia es larga pero se las voy a resumir. Mi usuario en el foro era Le_Witch, empecé a escribir un FanFiction (obviamente de Potter) y para justificar el nick elegí Lessie como nombre, desde ese momento todos me conocen por eso. Empecé a firmar en todos lados como Lessie, a poner usuarios y cuentas así y más por un tema de seguridad que por otra cosa, dejé de usar Juliana para comunicarme en internet. Pero luego las relaciones pasaron de virtuales a reales y el nombre quedó, hasta hoy muchos años después.  Tuve varios Fotologs en ese tiempo, casi tantos como tumblrs tengo ahora. No quiero pensar en la cantidad que cerré tampoco, hasta fui GOLD! Que era “lo importante” en ese momento. Nunca fui flogger en realidad pero sí empecé a tener seguidores ahí y a hacerme “conocida”, de hecho, a veces me llegan mensajes del tipo “te sigo desde Fotolog!”. Algo que me asombra mucho porque fue hace varios años y claramente no soy la misma persona. 

Fotolog llevó a crear una tribu urbana (los floggers), así como en MySpace reinaban los Emo y las SceneQueens, en fotolog los chupines y el electro eran la onda del momento.  

Escribo todo esto porque al enterarme de la noticia del cierre definitivo de la página, sentí como cerraban la puerta y tiraban la llave de ese lugar  al que a veces volvía para recordar como era en mis primeros años de adolescencia. Sabía que eso estaba ahí y podía regresar a mi yo del 2007 cuando se me antojara. De un día para el otro eso ya no existe y pude ver como borraban mis primeros años de “ser online”

¿Qué es el ser online? Es esa identidad que uno se crea en internet, con la que se presenta hacia los demás, con la que se muestra y conoce gente en base a gustos y preferencias sin importar el lugar geográfico del modem amigo. Es también un lugar de pertenencia y de independencia porque uno elige quien quiere ser (esto obviamente también tiene las consecuencias negativas  que ya sabemos).

Teniendo un nick o no, aquellos que fuimos usuarios de foros, páginas de juegos online o redes sociales, podemos entender cómo ese nombre de usuario nos representaba en más de una forma al nivel de conocernos personalmente por esos nombres o mostrar abiertamente el amor hacia tu banda/animé/personaje favorito (muchas veces todas estas cosas al mismo tiempo). Esa identidad que es muy fuerte en nuestra generación, empezó a gestarse ahí. Y ya no existe.  En esas páginas además de las embarazosas fotos y collages hechos en picassa y paint, también se encontraba nuestra forma de hablar y de escribir. Eliminaron lo que era una capsula del tiempo virtual.  Puede que sea complicado de entender para algunos más grandes o reacios a la tecnología y más aún a estos mundos virtuales pero pensemos en que muchas veces el lugar de reunión era el Ciber y cuando luego llegaron las formas de instant-message y las salas de chat como AOL, ICQ y Messenger, todo se volvió mucho más personal y estar “conectado” era literalmente conectarse con el otro.
Para muchos el pasado causa vergüenza porque puede distar de quien somos ahora pero no deja de ser un pasó en el auto-descubrimiento y en la fundación de nuestra personalidad. 

Con Fotolog se inició el camino que mal que mal me llevó a estar escribiendo esto ahora. 

Cuando eso cumplió su ciclo, me mudé a Livejournal, uno de los lugares que más quise y donde descansa gran parte de mi persona. Ahí también conocí muchísima gente y de hecho, fue la razón para empezar este blog allá por el 2009. 

Iniciar ese camino en las redes sociales cambió mi vida deliberadamente. Me llevó sin predecirlo a conocer a gran cantidad de personas que hoy considero amigos, nos llevó a conocerNOS y a que de alguna forma encontraran este blog y lo lean. 

A lo que voy con todo esto es que pocas veces reparamos en lo profundo que es a nivel sociológico nuestra presencia online. De momento parece efímero pero en realidad, estamos dejando una huella, una marca de quienes somos en ese instante, de los que nos gusta y nuestras relaciones sociales. Y a nivel mayor, de como se habla, como se escribe, o que es lo que importa.  De alguna forma, nuestras primeras urls son como las pinturas rupestres de la evolución de esta generación. 

Esa evolución que supo transformar pixeles en realidad y que nos acompañó en nuestra construcción de seres online, a seres offline.