Ten: Una década online

“Hola, soy Lessie, tengo 17 años y vivo en Buenos Aires. En este blog les voy a (o tratar de) mostrar un poco de mi vida y la de la ciudad“ escribía un dos de diciembre hace ya 10 años. Diez años. Cuando empecé este espacio, ni por asomo me imaginaba que iba a pasar una década e iba a seguir acá. Estaba terminando la secundaria, pensaba en estudiar derecho y tanto yo como las redes sociales éramos completamente diferentes.  La verdad es que soy una persona que se aburre rápido y fácil, me gusta cambiar todo el tiempo pero aunque este espacio cambió mucho en estos diez años, nunca se me pasó por la cabeza cerrarlo. Tuve mis crisis (varias, si tengo que ser sincera) pero Intravenous Sugar siempre estuvo ahí. Los blogs no son lo que en su momento supieron ser. Las visitas son menores, los posteos no son tan frecuentes, ahora todo pasa por Instagram o YouTube pero ninguna de esas plataformas son mías, ésta si.

Si mañana deciden eliminar instagram de la faz de la tierra, no puedo hacer nada al respecto. Este blog es mío, creo que en gran parte lo mantengo por eso, porque no le tengo que rendir cuentas a nadie. Tengo mis reglas, escribo lo que quiero, cuando quiero y como quiero. Sin términos ni condiciones, sin censuras ni protocolos internacionales que cumplir. Es un archivo en el que están reflejados mis logros, mis aciertos y también mis penas, mis viajes. Es complicado por momentos decidir mostrar tu vida (o una parte de ella) al mundo, porque internet puede ser hostil y oscura pero también es un lugar maravilloso en el que conocí a grandes personas. Abrirme el blog fue una de las mejores cosas que hice porque sin saberlo me llevó a tener distintas oportunidades, entre ellas varios trabajos, viajes y hasta la epifanía de cambiarme de carrera y decidir mi actual profesión. Me llevó a dar clases y aventurarme en otro tipo de contenido, a aprender a sacar fotos, a editar. No sé qué puedo decir además de lo que ya he dicho otros años (nueve, ocho, siete) más que, siempre está bueno tener algo propio. Un lugar seguro al que recurrir cuando se necesita. Eso fue y es para mi Intravenous Sugar. Sé que puedo abrir mi computadora, sin importar en qué parte del mundo esté y escupir mis pensamientos al mundo.

Mucho de lo que aprendí, lo aprendí con la práctica y la prueba y el error de hacerlo mil veces. Soy una piba criada por la internet. Siempre tuve todas las redes sociales que existieron, es algo que me llamó mucho la atención desde el primer momento. Algunas personas me conocieron por foros, otras por fotolog, otras por acá y otras por Youtube o Instagram más recientemente. Empecé escribiendo cosas bastante básicas, con bastantes faltas de ortografía y en un inglés roto. Solo posteaba looks –muchas veces con un edit que ahora veo y me quiero morir– y con el tiempo fui empezando a escribir otras cosas y abarcar más temas. Las fotos mejoraron, los outfits también y en general todo se profesionalizó mucho más.  Hay veces que no llego con lo que yo misma me pongo, fechas límites y tareas. No puedo delegar, es algo que me cuesta mucho. Siento que para que este lugar sea mío, tengo que hacer todo yo y honestamente me gusta hacerlo. Encuentro terapéutico editar, sacar las fotos y escribir los textos aunque eso me lleve más de lo pensado.

Si tengo que hacer un balance de todo lo que pasó, mi consejo sería: empezá y hacelo. La verdad es que a veces tirarse a la pileta sin saber si hay agua da un poco de miedo pero aún así vale la pena. No sabemos qué puede pasar si no tomamos ese riesgo al menos una vez. Desde que era chica pensaba que mi plan de vida era uno y ahora, viendo hacia atras, es completamente distinto. En un principio eso me aterraba porque como persona de estructuras que soy, hacer borrón y cuenta nueva en algo que venía planeando desde que tengo memoria no se me hacía la mejor idea pero ¿saben qué? lo fue.  Asusta la incertidumbre, la inestabilidad, el compararse todo el tiempo con otras personas. Pero los tiempos son distintos, las circunstancias son distintas. Compararse y preocuparse por algo que uno no puede controlar, no sirve de nada. Te hace sufrir al pedo.

Si algo aprendí, y más en una industria tan complicada como esta, es que lo mejor siempre es ser una misma. Sé que suena re cliché y sacado de un programa de Cris Morena pero es la verdad. ESE es el capital extra que cada uno tiene, porque si querés hacer esto o cualquier otra cosa, te vas a encontrar con otras miles de personas haciendo lo mismo pero para diferenciarte, tenés que ser quién sos. Con constancia, perseverancia y un poco de creatividad, todo lo demás viene solo. Podés pensar que ser quién sos no es suficiente, que no alcanza, que se necesita otra cosa pero eventualmente, es la autenticidad lo que prevalece. Trust your gut.

Cuando doy clases al respecto, trato de que piensen qué es eso que les hace diferentes. Muchas veces tuve miedo de subir algún posteo o foto pensando en “lo que iban a pensar” o cómo se iba a recibir y casi siempre la respuesta fue mejor de lo que pensaba. Confiar en tu criterio y tu instinto es fundamental, capaz no tenga todas las views y likes del mundo pero si estás orgullosa de eso y le sirve al menos a UNA persona, ya vale la pena. El destino te lleva por caminos impensados y da sorpresas que pueden sacarte un poco de contexto pero, hay que tratar.

No creo en la meritogracia. Creo en que, todo pasa por algo y que muchas de mis personas favoritas del mundo (si están leyendo saben quienes son) se animaron, desafiaron sus propios límites, salieron de su zona de confort y aunque a veces se (nos) dieron la cabeza contra la pared, fueron recompensadas con cosas que nunca jamás se imaginaron que podían pasar. Y ahí está la magia, en decir: sí, lo voy a hacer. Y hacerlo. Los miedos nos limitan, las comparaciones nos atan, lo único que es liberador y sirve es dejarse ser. ¿Cuesta? un montón, ¿Es un trayecto llano y recto? ni en pedo. Es más bien una montaña rusa con altibajos, desilusiones y nerviosismo pero creo yo que el primer paso está en poder subirse.

Si estás leyendo esto y me seguís desde hace varios años o desde ayer, gracias. Gracias por acompañarme todo este tiempo, realmente valoro a cada uno de ustedes que está el otro lado, a quienes se acercan a saludar en algún evento, a quienes mandan mensajes, a quienes comentan y me bancan. Suelo decir que escribo para mi pero principalmente, lo hago pensando en que a alguien le puede servir. Ya sea si les inspiré a vestirse diferente, a animarse a hacer algo, si algún consejo les sirvió, si les sacó una sonrisa o les hizo el día mejor. Sean miles de personas o dos. Encontré en internet, un rincón para poder ventilar mis pensamientos, sacar a relucir mi lado creativo, contar mis aventuras y honestamente no pensaba que alguien lo fuese a leer o a alguien le pudiese importar. Por todos estos años, gracias.

Intravenous Sugar siempre fue pensado como un lugar en donde juntar todo el azúcar que hace la vida más dulce. El año que viene puede ser  uno de los más especiales de todos. No planeo irme a ningún lado, o sí, pero van a venir conmigo. Por diez años más.